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El último año me mostró una parte de mi humanidad que por lo general suelo desconocer; me refiero a la vulnerabilidad de mi propia vida, esta fue mi experiencia con el Covid19.
Para los que me conocen saben que desde hace 9 años decidí entregar mi vida a la que considero una causa noble: «el emprendimiento». Esto me ha permitido conocer a miles de personas en más de 40 ciudades diferentes en latam, conectándome a nivel personal, emocional y profesional. Aunque muchos no lo sepan esta actividad llena de eventos, meetups, Hackathons y retos corporativos en varios países, ha traido un gran riesgo para mi vida.
Debido a mi experiencia con el Covid19, cierro los ojos para recordar las veces que he estado en riesgo mortal (o por lo menos así se ha sentido); paso a narrarles algunas de las veces en la que pensé «aquí ya valí…»
La primera vez fue en 2013 viajando por carretera entre Manizales y Fresno; veníamos para Bogotá después de haber organizado la Hackathon de Ciudades Inteligentes para el Banco Mundial, en esa época viajábamos por carretera con otros organizadores; recuerdo que dos camiones que venían compitiendo, ocuparon los dos carriles y literalmente nos sacaron de la vía en una zona de abismos; la imagen de un acantilado sin fondo se fijó para siempre en mi memoria; lo único que vino a mi mente en ese instante fue la satisfacción del deber cumplido.
En ese evento compitieron más de 130 personas por un premio en efectivo y también un viaje a Inglaterra; el efectivo siempre cae bien, sin embargo, el ganador iría a representar a nuestro país en la cumbre mundial de Smartcities de ese año.
La siguiente vez fue finalizando el año 2014 viajando a Guatemala con el movimiento DAL Desarrollando a América Latina. En esa ocasión una tormenta eléctrica sacudió al avión mientras sobrevolamos El Salvador; fue la primera vez que vi el pánico de las azafatas corriendo de un lado a otro mientras caían las máscaras de oxígeno sobre nuestras cabezas. En ese instante sólo me repetía en mi mente «morí en mi ley, haciendo lo que me gusta».
Una vez más fue en Lima, donde nos reunimos varios líderes de comunidades de tecnología en nuestro país hermano Perú; allí celebrábamos el Google DevFest que es uno de los eventos más importantes para developers en el mundo. Estábamos en el hotel y al momento de bajar a recepción para dirigirnos al loby, quedamos atrapados en un ascensor por varios minutos; al momento de intentar destrabar el mecanismo, bajamos 7 pisos de golpe. De este suceso quedó este video.
Y la última vez que sentí «el verdadero terror» fue en 2018 acá mismo en Colombia; sin embargo, esta última vez fue diferente porque incluyó a gran parte de mi equipo de trabajo. Nos encontrábamos organizando eventos para la iniciativa de emprendimiento «Sacúdete»; programa del gobierno nacional que cuenta con el apoyo de las Naciones Unidas. En esta ocasión vivimos parte de la realidad que se vive fuera de las grandes ciudades, debido a que fuimos amenazados por actores del conflicto armado en una zona alejada del Magdalena Medio.
A pesar de todas las dificultades y los riesgos que he corrido, siempre me he sentido imbatible, invulnerable, de hecho inmortal; porque como dice la mitología de Batman: «Como hombre puedo ser destruido, pero como símbolo puedo ser eterno”.
Todo esto cambió para siempre a partir de mi experiencia con el Covid19, ahí conocí mis verdaderos límites físicos e incluso mentales; nunca había estado pendiente de términos como: saturación, ritmo cardiaco, dilatación, oxigenación, coagulación, etc. y mucho menos en cuerpo propio; pero como dicen los mayores: «no hay fecha que no llegue».
Les confieso que gracias a las situaciones de riesgo vividas, he dudado en lograr llegar a la famosa «muerte por vejez». Incluso pensé que algún día todo terminaría de un solo golpe en un accidente o como dicen en México, de un avionazo. Pero el Covid19 me atacó de una manera diferente; su lenta acción fue disminuyendo mis funciones y poco a poco fui perdiendo habilidad, fuerza y destreza; hasta llegar a ser hospitalizado y depender de varios aparatos y del cuidado incondicional del personal médico.
Una de mis grandes satisfacciones ha sido ser capaz de rodearme de líderes con iniciativa propia y grandes calidades humanas. Con ellos que hemos aprendido a adaptarnos a los retos de los últimos tiempos tento en tecnología, como en metodología; esto último para brindar los mejores servicios y apoyo a nuestra querida comunidad de emprendimiento.
En los días más difíciles de mi experiencia con el Covid19, me asaltó la idea del fin, me refiero concretamente a «mi propio fin»; sin embargo, la mayor tranquilidad que me acompañó durante esos momentos, fue dejar mi legado en las mejores manos; por esta razón sólo puedo decir: «gracias equipo«.
Los sueños se hacen realidad, se materializan en la medida en que trabajas para cumplir tus metas… En mi caso, «los sueños saben a café» y deseo poder compartir con todos ustedes un café lo más pronto posible.
Me siento honrado de estar a su servicio. Conectar emprendedores es una habilidad que se ha desarrollado naturalmente en mi vida y que practico todo el tiempo; por otro lado, estar atento y ver el desarrollo de cada uno de sus proyectos es lo máximo.
En nuestra comunidad siempre tendrán la oportunidad de compartir, preguntar, aprender y ser escuchados; cada una de sus historias es valiosa y nos fortalece, por esa razón estoy agradecido con los que aportan su conocimiento a manera de conferencias; también con los que de manera desinteresada ofrecen respuestas a las inquietudes de los que están empezando con sus ideas de negocio.
Por mi parte como Developer, me comprometo a seguir construyendo herramientas en nuestra plataforma. Desde nuestra organización seguiremos generando dinámicas propias para darle cada vez mayor reconocimiento a toda nuestra comunidad mediante eventos de calidad.
Por último, cierro citando la famosa frase atribuida a Voltaire: «No estoy de acuerdo con lo que dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo». Siempre estaré para recordarles la importancia de nuestra libertad de expresión y la responsabilidad que ella nos impone.
Cada día he vivido con la gran convicción que todos tenemos un propósito superior que nos conecta y nos da energía para continuar; en estos momentos donde por primera vez veo afectadas mis capacidades físicas, valoro con mayor determinación la vida de cada uno de nosotros, porque sé que los emprendedores somos los llamados a generar los cambios que nuestra sociedad necesita.
Gracias a todos los que me apoyan a superar estos obstáculos y espero que nos veamos pronto para compartir un fuerte abrazo y un café. Todavía me espera una gran recuperación; pero quiero que sepan que estoy listo para dar esta y más batallas para que en conjunto logremos desarrollar más proyectos, más eventos, más hackathons.
Quiero que sepan que a través de nuestra plataforma de innovación abierta lanzaremos más Hackathons, concursos y oportunidades, para que sus Startups resuelvan los retos que el mundo corporativo demanda a gritos a nivel mundial.
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Fundador de p4s.co Partners for Startups, donde conectamos a emprendedores con el mundo corporativo e inversionistas. Activista digital en Ciencia, Tecnología, Software Libre, Innovación y temas Sociales. Gracias a esta experiencia, he logrado validar la importancia de las comunidades digitales, como pilar estratégico para el mejoramiento de las condiciones del país en materia de progreso económico y desarrollo académico.
2 Comments
Solo puedo decir una cosa de Edward. Sos un crack!
Gracias por compartir Edward. Buenas enseñanzas en esa reflexión. Pronta recuperación y un abrazo.