Adriana Soto Ospina, MBA. Psicóloga Clínica, Terapeuta ocupacional. CBT Certified. Durante su experiencia y su camino profesional surgió la duda de, ¿por qué las personas acuden muy tarde a terapia? Es decir, las personas llegan con cuadros de depresión en etapas avanzadas. A partir de esa inquietud nace Progressus, startup que tiene como objetivo llegar en estadios tempranos para poder democratizar el acceso a la salud mental, el evitar que las personas lleguen con problemas tan avanzados, y poder brindarle acompañamiento y así mismo ofrecer herramientas de ayuda para que sus usuarios se sientan bien, transformando sus pensamientos en felicidad y productividad.
No obstante, para lograr cumplir dicho objetivo era necesaria la implementación de un medio que facilite el acceso y pueda llegar a un nivel más alto, la solución fue implementar la tecnología, y en este momento progressus ha logrado enfocarse como nicho y punto inicial de partida, a través de un sistema aplicativo, App que ayuda a transformar los pensamientos de las personas, asemejándose a un tipo de gimnasio mental el cual pretende acompañar y cambiar pensamientos negativos de los usuarios que accedan a ella.
Adriana, durante su etapa en la práctica privada con personas y ayudándoles en su proceso terapéutico, se daba cuenta que la gran mayoría acudían a ella con ideas suicidas o con intentos de suicidio y problemas depresivos muy avanzados, al empezar el proceso terapéutico Adriana evidencio que el problema base venía de tiempo atrás en todos los casos, es decir, el evento traumático se empezó a gestar en etapas como en su niñez o adolescencia. En su arduo estudio pudo identificar que las personas sentían sus problemas y los veían como signos de debilidad, por tal motivo preferían quedarse callados y ocultar los problemas sin percatarse que con el tiempo una idea depresiva puede empeorar, al punto de querer acabar con los sueños y propósitos de quien no trate dichos signos tempranamente. Resalta que los hombres son los más afectados respecto a la carga social que se observa, ideales como el ser fuertes, ser dominantes y valientes, impiden que los hombres traten desde temprano las dificultades motivacionales y mentales que posteriormente terminan en algún tipo de depresión.
Adriana destaca la motivación al momento de impulsar el emprendimiento. Sin embargo, sabe que dicho ideal tiene su desventaja, pues así mismo esa motivación genera una presión, en el sentido de figurar y construir el proyecto de la mejor manera posible, por ello, ese tipo de presión empieza a generar creencias e ideas respecto a lo que se ha hecho y lo que se tiene por el momento, originando una brecha entre la realidad y las expectativas, y entre más amplia es esa brecha más se tiende a caer en la tristeza y en la desmotivación.
Es importante evidenciar la estadística que Adriana trae a colación, la cual dicta que uno de cada tres emprendedores sufre de depresión, estadísticamente la tasa se encuentra en el 33% y muy probablemente pocos lo manifiestan, esto se debe a las altas presiones respecto a dar resultados, por ello el emprendedor suele aislarse socialmente priorizando la carga laboral que se requiere para sacar adelante la empresa
Es menester entender que la vida es integral y el emprendedor también es humano. Es necesario desarrollar el rol de padre o madre, y si se tienen aficiones deportivas atenderlas y no dejar pasar tiempos importantes que dan equilibrio a la salud mental. Tener conocimiento de la cara oculta del emprendimiento, es importante para armonizar los tiempos dedicados a cada acción. Adriana, a manera de ejemplo, expone las diferentes etapas de un emprendedor el cual está invirtiendo de manera incorrecta el tiempo, inicialmente un emprendedor inseguro siembra un pensamiento negativo a raíz de acciones u omisiones procedentes de la inversión total de su tiempo en un proyecto o empresa, generando una emoción, ya sea frustración, rabia o tristeza, posteriormente a raíz de este pensamiento se genera una acción, la cual muchas veces se presenta en la manera de prohibirse ciertas actividades que no considere productivas, dejando de lado una parte muy importante del ser humano, el ocio y entretenimiento, tiempo después de presentarse esta acción se forma un sentimiento, esta etapa es clave para identificar algún problema de salud mental, pues si no es tratado oportuna y adecuadamente dicho sentimiento termina en una situación de depresión y muchas veces avanzada.
No es un signo de debilidad sentirme triste, “mi fortaleza es cambiar mi forma de ver el mundo”. Lo anterior, es un método directo para tratar problemas y buscar un equilibrio tanto mental como personal, para ello, Progressus implementa una metodología basada en la terapia cognitivo – conductual. Adriana resalta que el gran problema de la comunidad emprendedora es la falta de pedir ayuda, los emprendedores muchas veces se sienten mal y no lo expresan, creen que siempre están irradiando éxito y no se permiten errores ni mucho menos aceptar problemas.
El camino del emprendimiento está lleno de retos y obstáculos que con el trabajo constante y con mucha motivación se van a lograr sin olvidar la importancia del ser humano, es decir, adecuar el tiempo y dividirlo conforme al trabajo, la familia y el entretenimiento.
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1 Comment
Más que de equilibrio habría que hablar de desequilibrio…hacia lo bueno ¿no?. Sea esto lo que sea.