Estos procesos permiten centrar la atención en la información relevante y facilitar su interpretación. El filtrado selecciona solo los datos que cumplen criterios específicos, eliminando lo innecesario. La agrupación organiza los datos en categorías, ayudando a identificar patrones y tendencias. En conjunto, garantizan un análisis basado en datos limpios y bien estructurados, lo que permite obtener insights precisos y valiosos para la toma de decisiones.