Llevar a cabo una gestión cuidadosa y detallada de los recursos económicos de una empresa o proyecto. Consiste en planificar, supervisar y controlar los ingresos y gastos de manera efectiva, asegurando un equilibrio financiero que respalde el funcionamiento y el crecimiento sostenible de la entidad. Esta labor requiere habilidades analíticas y estratégicas, así como una comprensión profunda de los flujos monetarios y la capacidad de adaptarse a circunstancias cambiantes. Una gestión financiera precisa es crucial para la toma de decisiones informadas y la preservación de la estabilidad económica a lo largo del tiempo.