Discutir y acordar los términos y condiciones en los que se realizará una inversión. Esto implica establecer aspectos como el monto de la inversión, el plazo, el rendimiento esperado, los riesgos involucrados, las garantías, entre otros. En este proceso, ambas partes involucradas en la inversión (por ejemplo, el inversionista y el emprendedor o la empresa receptora de la inversión) buscan llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes y que se ajuste a sus necesidades y expectativas. La negociación puede incluir la revisión y modificación de los términos propuestos inicialmente, así como la búsqueda de un punto medio que satisfaga a ambas partes.