Modificar y adaptar las estrategias utilizadas para promocionar un producto o servicio. Esto se hace con el fin de mejorar la efectividad de las campañas de marketing y llegar de manera más impactante a la audiencia objetivo. Al ajustar estas tácticas, se busca optimizar la visibilidad y el atractivo del producto en el mercado, permitiendo así una mayor captación de clientes y un aumento en la notoriedad de la marca. Este proceso refleja la capacidad de una empresa para responder ágilmente a las dinámicas del mercado y para mantener una estrategia de promoción relevante y competitiva.